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martes, 23 de septiembre de 2025

Aquelarre de Argwylon


 Sólo Isha sabe lo mucho que me he esforzado en pintar esta unidad de Hermanas del Espino (o de la Espina) y el tiempo que me ha llevado. Desde que empezara con la primera de ellas, hasta la última durante los primeros compases de la estación estival de este año, es posible que haya transcurrido un lustro. No lo sé. El tiempo en Athel Loren pasa de manera diferente y yo me motivo muy fácilmente con una miniatura, para acto seguido venirme abajo cuando veo todas las que quedan como ella.

 Sea como fuere, por fin puedo traer al blog esta unidad que tanto me gusta y que tantas pasiones y odios genera a partes iguales. El Aquelarre de Argwylon es un grupo de cinco Hermanas del Espino cuya presencia en el campo de batalla, además de ser un quebradero de cabeza para el rival, forman también una escena espectacular de bellas y sombrías elfas magas galopando grácilmente a lomos de sus cérvidos.

 A continuación se dan algunas pinceladas de su trasfondo, el proceso de pintura e incluso algo de táctica y su función en las listas silvanas a lo largo de las ediciones.

 El origen del Aquelarre de Argwylon es algo que pocos seres del bosque conocerán. Si ya de por sí hay toda una serie de elucubraciones en torno a la figura de una Hermana del Espino, la presencia de las doncellas de Ariel en esta parte del bosque; que rebosa magia por sus cuatro costados, es aún si cabe más misteriosa. Muchos dicen que ya habitaban el Claro de Luna Primaveral antes incluso que los elfos fueran invitados por el bosque a habitar entre sus hojas y cortezas. Otros dicen que llegaron aquí mucho después, pero que encantaron al resto de habitantes. Ni siquiera sus actos muestran lógica alguna: Por un lado ayudan al señor Thalandor y a cualquiera de las estirpes de esta parte del bosque, como la Estirpe Queltarin, pero por el otro, su frialdad a la hora de cobrar sus servicios hace palidecer hasta al más frío de los Forestales. Se rumorea que juntas pueden invocar magia del Dhar (la Magia Oscura), por lo que necesitan de sangre y almas para sus siniestros rituales, mientras que, otras veces llevan a cabo auténticos milagros del Qhaysh, siendo capaces de sanar las raíces mismas del mundo. Sus intenciones no son claras tampoco, aunque parecen responder a los designios de Isha, según la creencia más extendida.

 Bien, la historia de las Hermanas del Espino; según la traducción de Total War: Warhammer, o Sisters of the Thorn; según las fuentes oficiales, es muy reciente. Juegan en su trasfondo con ese misticismo de "no se sabe de dónde salieron ni qué son exactamente". Lo que está claro es que desde su introducción a la lista de ejército silvana, esta unidad no ha pasado desapercibida para nadie. Son buenas, quizás mejor en los compases de 8ª edición que ahora en The Old World, donde han sido 'nerfeadas' en varias ocasiones; primero impidiéndolas elegir el hechizo con el que iban a conocer durante toda la partida, luego dando aleatoriedad al Pilar de fuego y, finalmente, haciendo que los ataques envenenados ahora tengan que realizar siempre una tirada para herir. Aun así se siguen jugando mucho y yo me pregunto: ¿Con qué hechizo? Sabiendo que con un único dado a la hora de determinar el hechizo la estadística juega en nuestra contra para tejer una estrategia en base al hechizo, la mayoría de las veces nos va a tocar acudir a los Hechizos Identificativos. En el caso de la Magia de Batalla es el Puñomartillo; un hechizo que causa impactos en combate, mientras que en el Elementalismo es Llamar a la Tormenta, una maldición que reduce en -1 los atributos de Movimiento e Iniciativa de una unidad objetivo. Personalmente, ese -1 al Movimiento puede ser en ocasiones determinante, porque lo está claro es que las Hermanas del Espino no se pensaron para lanzarlas al combate. A día de hoy la opción más recomendada es escoger el Elementalismo para intentar obtener los hechizos de Plaga de Óxido, Murallas de tierra o Vendaval, arriesgar con Viajar por la senda mística o Invocar al espíritu elemental (por su dificultad en el primer caso y su aleatoriedad en el segundo) y cambiar la Espada ígnea por Llamar a la tormenta.

Reverso de las Cartas de Magia de las Hermanas del Espino
 Sin embargo, son sus reglas de 8ª edición, en comunión con otra serie de factores, donde eran realmente temibles. Indestructibles de hecho. La estrategia con ellas era clara, crear un búnker de 10 Hermanas del Espino, con un Portaestandarte de Batalla con una Piedra de Obsidiana para darles mayor protección frente a hechizos de daño y uno, o incluso 2, Aedas con el Saber de la Alta Magia y así poder poner contadores a la unidad de protección ante cualquier herida sufrida. Con ello se convertían en una unidad móvil, capaz de lanzar hechizos poderosos (tanto del Aeda o Aedas y de las propias Hermanas del Espino), muy resistente a proyectiles y magia gracias a su Salvación especial de 4+ aumentada contra hechizos a 2+, y casi inmune a la psicología gracias a poder repetir los chequeos de Liderazgo con el Portaestandarte de Batalla. Además, algo muy destacable de las reglas de las Hermanas del Espino durante esta edición fue que conocían 2 hechizos por defecto: Maldición de Anrhaeir del Saber de las Bestias y Escudo de Espinas del Saber de la Vida. Curiosamente ambos recuerdan bastante a Llamar a la tormenta y a Manomartillo, pues uno maldecía a través del movimiento a unidades enemigas y el otro daba apoyo en combate a la unidad, aunque con un poder mucho mayor, como toda la magia de 8ª frente a la de The Old World. Con el corazón en la mano, hubiese sido mejor que en vez de generar su hechizos de manera aleatoria las Hermanas del Espino conociesen por defecto 2 como en 8ª edición. ¿Qué son? ¿Skaven? Ni siquiera ya los Orcos y Goblins tienen tantas reglas aleatorias. Estaría bien proponer un par de ellos en los comentarios.

 Por cierto, ya que se ha mencionado la magia, cabe recordar que hay una serie de reversos para las Cartas de Magia que se vayan a usar con las Hermanas del Espino, ya sean con los hechizos de The Old World o los característicos de 8ª edición.

Reverso de las Hermanas del Espino

 Es el turno del pintado. La unidad se compone de 5 Hermanas del Espino, una la pinté hace ya muchos años y las otras 4 en la primavera de este mismo año. Desafío a los lectores a adivinar cuál fue la primera en ser pintada, hay varios detalles que la delatan. Tengo otras 10 a la espera de ser pintadas. Y es duro decir esto, pero es posible que pase a mejor vida (si hay suerte) o creo que se quedarán sin pintar, como parte de la marea gris de la vergüenza que todos atesoramos. Es que no suelo usar más de 5-6 por partida.

 Pues bien, tenía claro que los cérvidos que montarían serían gamos, y así lo intenté reflejar, además de varios sexos, pues como biólogo no entiendo por qué estos corceles de Isha deben tener todos astas, denotando su sexo masculino. Tras amputar algunos cuernos (uno en este caso), decidí pintarlos todos con tonos crema y las características manchas blancas del gamo (Dama dama) , salvo a uno: el ejemplar albino de la Doncella del Espino (la campeona de la unidad). Además, tenía claro que quería un esquema cohesionado entre ellas, pero con ligeros detalles que las diferenciasen unas de otras, como el color del pelo o el color de las botas y muñequeras. Quizás esto fue lo que hizo que el proceso de pintado se dilatase tanto en el tiempo.

 Uno de los problemas lo tuve con el estandarte, pues intenté hacer una zarza que no quedó muy bien proporcionada. Por suerte, fue por aquellas que decidí abrir un Instagram de Las Lunas Hermanas con la intención de poder ver los modelos de otros artistas, y así fue como di con la idea del estandarte actual gracias a una usuaria de Instagram, a la cual ya no soy capaz de encontrar para reconocerla el mérito que merece.

 Y hasta aquí la entrada de hoy. Os dejo algunas perspectivas más de las primeras 5 Hermanas del Espino, confiando en que algún día lleguen al menos a 10.

 ¡Hasta pronto!



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