Con esta aterradora descripción abría el Monumento Místico del Altar de Khaine, uno de los terrenos de campo de batalla recogidos en en el reglamento básico de la 8ª edición de Warhammer Fantasy Battles, en ese cajón del sastre de escenografía que no tenía una categoría tan definida como una colina, un obstáculo o un edificio. No es para menos. Khaine es uno de los dioses más importantes de este mundo de fantasía. Tras los Dioses del Caos y Sigmar, es posiblemente quien haya desempeñado un papel más relevante en las historias divinas y mundanas del mundo de Warhammer. Sus altares e iconografía se diseminan por gran parte de Ulthuan y Naggaroth, pero también en el Viejo Mundo.
No es de extrañar por tanto, que cualquier unidad a 6 UM o menos de este elemento de escenografía sucumba a los efectos de la regla especial Furia asesina, la cuál fuerza a superar un chequeo de Liderazgo al comienzo del turno o se verá obligada a cargar contra la unidad enemiga más cercana. A fin de cuentas, Khaine anhela la guerra, la destrucción, la venganza y el derramamiento de sangre. Estas reglas son las propuestas por Games Workshop en su 8ª edición de Warhammer Fantasy Battles, pero en The Old World nos tenemos que conformar con ponerlo como un mero elemento más, cuyo único efecto en el campo de batalla no es otro que ejercer como terreno impasable. Por lo menos nos sirve para decorar los escenarios ambientados en Naggaroth.
Pasando ahora a comentar el elemento propiamente dicho, debo indicar que este modelo no ha sido esculpido por un servidor, pese a que lo intenté hasta en tres ocasiones. Desde el principio tuve claro que utilizaría la estatua del Caldero de Sangre de los Elfos Oscuros, como tantos y tantos otros Altares de Khaine que circulan por la red. Eso sí, en un primer momento intenté hacer algo parecido a la ilustración que recogía el propio reglamento de 8ª edición para este Monumento Místico, pero mi destreza con el poliestireno extruido todavía no es demasiado buena como acometer un proyecto de esta magnitud. Luego conseguí algunos elementos sueltos, como unas escaleras de MoM Miniatures pertenecientes al conjunto de 'Scenary elf' y me hice con un modelo de 'Sacrificial Altar' de Reaper para su gama Bones. No fue suficiente. Había algo que no me convencía. Creo que el hecho de estar demasiado parejo al nivel del suelo. Por suerte, justo antes de ponerme a hacer algo que no iba a convencerme, Norba Miniatures sacó de la chistera un Altar de los Elfos Oscuros en las Navidades de 2024. ¡Al fin mis plegarias a Khaine fueron escuchadas! Sólo tenía que pegar la estatua del Dios de la Mano Ensangrentada del Caldero de Sangre y pintar todo en su conjunto, destacando el negro de la piedra mediante simples trazos de grises para hacer las luces y pintando los detalles de morados druchii y rojos sangre. Para la estatua respeté el trasfondo de la armadura de bronce y los detalles de la sangre en ésta y en el pelo, pero quise pintar la "carne" del Dios con un color jade que hizo que pareciese más el Duende Verde de Spiderman o una reencarnación élfica de Gorko (o Morko), que una deidad élfica. Por lo que decidí repintarlo de morado, en sintonía con los otros detalles del mismo color. Aunque ahora así parece un Drow de tez oscura de Dungeons & Dragons.
Con esto finaliza este elemento de escenografía tan apropiado para las batallas en la Tierra del Frio (traducción literal de Naggaroth). Lugar que por cierto, no recomiendo visitar. Hace poco un galeón estaliano de los Manchados de Palantta zarpó rumbo a sus costas y todavía no hay noticias de su Maestre de Campo ni de sus tropas.
¡Hasta pronto!
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