Este año quiero cerrar con una entrada muy especial y atípica, aunque lo cierto es que ya hemos visto entradas similares como
Un año de batallas con el Clan Barbacuarzo y
Un mes con Estalia, donde desgranaba los principales enfrentamientos que habían acontecido a mis ejércitos a lo largo de un determinado periodo. Esta vez es el turno de los
Elfos Silvanos, de quienes decidí que serían mi ejército durante los primeros compases en
The Old World, retomando así la faceta más bélica del hobby. Han sido mi ejército de confianza desde 7ª Edición y con quienes mejor podía trabajar todas las facetas del juego, sobre todo para familiarizarme con la siempre complicada fase de movimiento.
En estas contadas partidas he podido sacar algunas conclusiones, incluso he recuperado la fe en el juego pese a que, una vez más, Games Workshop tiene la oportunidad de hacer algo grande pero da la sensación de que se queda deliberadamente a medio camino. Aun así, sigo pensando que The Old World mejora las ediciones anteriores en muchos aspectos (para otros prefiero 6ª u 8ª), y que si no le habéis dado una oportunidad, ya estáis tardando. Pero en fin, veamos cómo les han ido a mis Asrai a lo largo de las cuatro estaciones del año en el que Warhammer Fantasy Battles regresó a las mesas de juego.